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Capítulo 7
La marca
Christopher
permaneció largo rato apoyado sobre aquel poste con sus ojos cerrados
pretendiendo hacerse creer que lo que le estaba aconteciendo era solo una
terrible pesadilla de las que venían sobre él como ráfagas de la noche, sin embargo,
la escena parecía no tener fin. Parado frente a un escaparate, Christopher
podía notar que en los televisores los noticieros no cesaban de argumentar que
aquellas misteriosas desapariciones se debían a extraños raptos de objetos
voladores no identificados. Se comenzó a regar la noticia que aquello se
trataba de una limpieza planetaria necesaria para el establecimiento de un nuevo
orden mundial. Se oía la noticia del mensaje del presidente de los Estados
Unidos:
–“Señores de todos los pueblos, hoy me dirijo
a ustedes como un intermediario entre los hombres y nuestros guías
espirituales. Estos seres nos han dado la capacidad de ser “walkins” y mensajeros
de los maestros del cosmos. Estos grandes maestros del cosmos nos están
llevando a una nueva era. Una nueva era de paz, prosperidad y hermandad en toda
la tierra. Esa nueva era ha comenzado hoy. El planeta ha limpiado los aires de
todas aquellas corrientes negativas que estorban el establecimiento de un Nuevo
Orden Mundial. No hay porque alarmarse, estas personas que han desaparecido de
forma misteriosa eran considerados por los maestros espirituales como una
amenaza para la armonía global. Entendemos el dolor que puede surgir para
algunos en su ausencia, pero es una acción que la misma madre tierra ha
considerado necesaria. Hemos entrado en la era de Acuario, una era llena de
prosperidad económica y grandes beneficios para la humanidad. Los sabios
maestros espirituales nos han conducido al establecimiento de una marca mundial
que será la herramienta contra las injusticias, la pobreza, el hambre, la
miseria, la marginación, los robos y
la escasez. Por medio de este sistema
innovador llevaremos a las naciones a la prosperidad mundial justa y equitativa…”
–se oía la voz del presidente.
Inmediatamente
luego de escuchar esta noticia Christopher pensó en Heda. Quiso llamarla y
marcó su número en el celular. El teléfono de Heda sonó varias veces, pero
nadie respondió.
–¡Vamos,
responde! –dijo Christopher marcando nuevamente el teléfono bastante
desesperado.
Al
nadie contestar el teléfono, Christopher se dirigió a su apartamento. Al
caminar iba reflexionando y tratando de entender la realidad. Le costaba trabajo
entender que el presidente de los Estados Unidos afirmara que había una clase
de conexión del gobierno y seres de otros planetas y para colmo afirmaba que
estos maestros espirituales venían a establecer un gobierno mundial en la tierra
con su ayuda. Todo aquello le parecía
pura locura.
Christopher
avanzó lo más que pudo a su apartamento. Para llegar tuvo que tomar unas rutas
no acostumbradas ya que las calles se comenzaban a llenar de soldados militares.
El ambiente se parecía al de un golpe de estado. Allí en su apartamento procuró
cerrar todas las puertas con la mayor seguridad posible. Era el momento cuando
comenzaba a sentir temor de lo que pasaba en la sociedad. La presencia militar
era muy notable y se comenzaba a sentir una presión social nunca conocida. Sin
embargo, la vida en la ciudad debía continuar, aunque fueran rodeados de
soldados o militares.
En
la universidad, Christopher trataba de evitar todas las preguntas que los estudiantes
le hacían al respecto y buscaba concentrarse en las cosas que antes enseñaba.
Tan pronto terminaba su horario de clases buscaba la forma de desligarse de
todos alrededor y volver a su solitario apartamento.
Encerrado
en las cuatro paredes seguía leyendo los enigmáticos libros del fenecido Mathew.
Sus ojos quedaron fijos sobre un pasaje del libro de Apocalipsis. Se trataba de
los versos nueve y diez del capítulo catorce de ese libro:
–“…si alguno adora a la bestia y a su imagen,
y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la
ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira, y será atormentado
con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su
tormento sube por los siglos de los siglos…”
Christopher
cerró el libro de forma abrupta. No quería asociar aquellas letras que acababa
de leer con las acciones del gobierno que buscaba a toda cosa colocar los
implantes compulsorios sobre toda la gente. Se dispuso a salir al parque y
distraerse la mente, pero al llegar allí se dio cuenta que las cosas habían
cambiado.
El gobierno
estaba tratando por todos los medios de sellar a la gente con un novedoso
sistema de seguridad nacional. Se trataba del comentado microchip. Las
economías del mundo cayeron repentinamente como parte de un programa bien
planeado por los grupos poderosos. Ahora, la propaganda mundial se enfocaba en
la marca. Las naciones comenzaron a verla y aclamarla como a un dios cuando con
su código de barras implantado en los humanos vino a resolver todos los
problemas de comercio, delincuencia, tráfico de drogas, robos, y demás
problemas sociales. Abarcó todas las
transacciones económicas y comerciales del mundo. En el sistema que el proclamado
líder mundial propuso, eliminó el dinero y la necesidad de imprimir papel
moneda. Fue un gran adelanto cuando se resolvieron las irresponsabilidades,
injusticias e ilegalidades de las especulaciones bancarias de las bolsas internacionales.
Les comenzó a garantizar un control absoluto de las riquezas o por lo menos
haciéndole creer a la humanidad que eran ricos, aunque fuera de forma pasajera.
Les propuso facilitar las transacciones comerciales, eliminar la diversidad de
monedas internacionales en todo el mundo. Buscaba acabar con el crimen
organizado y eliminó el dinero circulante lo que ocasionó el cese del tráfico
de drogas al no haber monedas. Como consecuencia logró la eliminación de los
asaltos y robos. Lo que la gente desconocía era que aquel sistema de marca de código
de barras fue un plan muy bien detallado de antemano por las sociedades
secretas que dominaban la tierra. Casi la totalidad de la inestabilidad
económico mundial se debía a las guerras y monopolios que las elites poderosas
habían creado de manera intencional. Ahora, su nuevo monopolio se relacionaba a
aquella marca con la cual pretendían someter la tierra. Estas elites dominaban,
financiaban y controlaban la tecnología y usaron la nanotecnología y ciencia ultrasecreta
para crear la marca. Hicieron sellar a casi todos en el índice de la mano
derecha o en la frente de cada individuo. Algunos llamaban a la marca el “ángel
guardián”. Dicho artefacto era más diminuto que un punto de maquinilla e
incluía todas las informaciones sociales del hombre, así como nombre, número de
identidad nacional, posición, recursos económicos, estado de salud, entre otras
cosas. Todo al alcance de leer por cualquier
scanner que tuvieran bancos, hospitales, policía y toda agencia o negocio
bajo el control del estado que se comunicaba
con la computadora central denominada “la
bestia.
Lo
que muchos ignoraban era que esta tecnología era totalmente vulnerable a caer
en manos de terroristas y dictadores.
El
gobierno pretendía adueñarse de la privacidad de las personas por medio de la
tecnología y eso lo ocasionaba completo desagrado. Todos aquellos cambios
provocaban toda clase de reacciones. Todos buscaban entender el significado de
todas aquellas cosas que estaban sucediendo en la sociedad.
Christopher
vivía en Manhattan, pero notaba que en barrios vecinos no cesaba la confusión
de igual manera. Wall Street, Harlem, Bronx, Long Island, Brooklyn eran solo
algunos de los testigos de lo que estaba ocurriendo a nivel mundial.
Christopher
subió las escaleras de su viejo apartamento casi corriendo, procurando evitar
la muchedumbre inquisidora de todo lo que acontecía. Abrió la puerta con la llave que traía en su
chaqueta y colocó un letrero en el cristal de esta que decía: “Please, do not disturb!” y cerrándola
se dirigió al pasillo interno. Al entrar pudo notar que Mangual había regado su
comida por el piso del apartamento.
–Pero
Mangual, ¿qué has hecho? –dijo Christopher
buscando la manera de recoger el pequeño desastre.
Mangual brincó
del maltratado sofá a recibir a su dueño procurando rozarle los pies con su
pelaje como de costumbre.
–Mangual,
¡vamos, aléjate! –dijo Christopher de mal humor procurando zapatearse de su
amigo que le estorbaba el paso.
Christopher
estaba muy preocupado por lo que estaba sucediendo fuera de la casa y ahora
todo le causaba estrés y malestar.
–¡Ey! ¡Deja
eso! –dijo Christopher arrancándole el control remoto de las patas a Mangual
que estaba entretenido jugando en su sofá favorito.
Christopher
tomó el control y lo puso en su canal acostumbrado de noticias y sentándose
procuraba calmarse. Al encender el televisor notó que había sinnúmero de
personas pretendiendo dar explicaciones a lo que estaba aconteciendo en la sociedad.
La periodista del canal de noticias estaba entrevistando a uno de los líderes
de la religión raeliana cósmica que
aseguraba desde su punto de vista una explicación para el acontecer social de
aquel momento.
–¿Cómo ustedes
explican este suceso de la desaparición de millares de gente en todo el mundo?
–preguntó la periodista a Claude Vorilhon, uno de los dirigentes de la secta.
–Nuestro
movimiento es una organización religiosa mundial que creemos en la existencia
de seres de otros planetas similares al nuestro, pero más avanzados
científicamente conocidos como “los
Elohim”. –contestó Claude.
–Pero ¿Elohim no es el Dios del Antiguo
Testamento y de la Biblia? –interrumpió la periodista.
–Lo que
sucede es que han sido los extraterrestres los que han puesto y creado a los
líderes y religiones de toda la tierra para llevar este mundo a la paz mundial.
Estos son los verdaderos Elohim.
–aseguró Vorilhon.
–¿O sea que
ustedes proponen que todos los líderes religiosos fueron puestos en la tierra
por seres de otros planetas? –preguntó la periodista con mirada de asombro.
–Estamos
hablando de seres con una tecnología a años luz de la nuestra. Estos seres
excepcionales fueron los verdaderos creadores de la tierra y sus habitantes por
medio de la ingeniería genética y la manipulación del ADN. Fueron ellos los que
enviaron a los líderes principales de todas las religiones. Su meta era darnos un
mundo ideal. –explicó Vorilhon.
–¿Entonces ustedes
responsabilizan a los extraterrestres de nuestra propia existencia? ¿Dónde
queda Dios? –preguntó la periodista.
–Ya le
contesté la pregunta. Los extraterrestres son los dioses. Y no solo eso, son
ellos los que únicamente pueden por medio de la clonación y la transferencia
mental que surge de ellos lo que nos dará inmortalidad. –dijo Vorilhon con
palabras de convencimiento.
–Entonces, ¿cómo
ustedes reaccionan ante las aseveraciones de los desaparecidos cristianos que
afirmaban que esos contactos que ustedes tienen o esos encuentros místicos con
esos seres son encuentros con seres demoníacos? –preguntó la periodista.
–¡Imposible!
Los fines de estos seres no son malos. –contestó Vorilhon.
–¿Cuál es el
fin social de su religión raeliana
cósmica? –interumpió la periodista.
–Traer una
nueva era de bonanza, paz, libertad sexual, armonía, valores, derechos y
libertades. –contestó Vorilhon.
–Por último,
¿qué harán para conseguirlo? –preguntó la periodista.
–Ya lo hemos
conseguido. Proclamaremos el mensaje de Rahel a todas las naciones. ¡La Nueva
Era ya está entre nosotros! –contestó Vorilhon.
–¿Quién es Rahel?
–indagó la periodista.
–Rahel es el
alienígena que nos reveló la verdad en Francia. –contestó Vorilhon.
–¿Qué
explicación les da Rahel sobre el millar de gente que han desaparecido de forma
extraña de la sociedad? –preguntó la periodista.
–Mira, la
tierra está en un momento de transición. Hemos pasado de la era de Piscis a la
era de Acuario. Es ahora en esta nueva era que se logrará la paz mundial. El
planeta mismo tuvo que vaciarse de gente que no estaban en armonía con la paz
mundial. –explicó Vorilhon.
–O sea que
esas personas desaparecidas que al parecer eran cristianos, según dicen las
investigaciones ustedes los catalogaban como obstáculos para la paz mundial. –comentó
la periodista pensativa–. Pero ¿acaso el cristianismo verdadero, lejos de las
añadiduras de los religiosos no promovía la paz mundial? –indagó.
–El
cristianismo que promueven los raelianos
cósmicos es el del ecumenismo y amor entre todas las religiones que
conducen a la salvación por diferentes filosofías e ideas. El cristianismo que
el planeta rechazó y que desaparecieron de la faz de la tierra fueron aquellos
fanáticos que creían en la exclusividad de Jesucristo para alcanzar la
salvación. –dijo Vorilhon.
–¿Y a dónde
fueron los desaparecidos? –preguntó la periodista.
–El planeta
los eliminó, ya no existen. –contestó Vorilhon.
–¿Y qué
sucederá de ahora en adelante? –preguntó la reportera.
–Este es el
momento cuando la humanidad tiene que interesarse en el contacto con estos
maestros y guías que vienen de otras galaxias. De esta manera recibiremos
inmortalidad y paz sobre la tierra y tendremos un gobierno central y mundial el
cual será regido por la geniocracia. Este gobierno acaba de comenzar en breve.
El líder mundial ya arribó al poder. –explicó Vorilhon.
–¿Qué es la
geniocracia? –preguntó la periodista.
–Es una
oligarquía donde el poder mundial es entregado al grupo de nuestros líderes
genios y con un coeficiente intelectual superior. Sólo ellos tienen la
capacidad para dirigirnos a lo que nos conviene. –dijo Vorilhon.
–¿Qué se
lograría con eso? –preguntó la periodista.
–Crearíamos
una embajada para que estos seres especiales nos transmitan a toda la raza
humana de sus grandes conocimientos y tecnología. Sólo de esta forma lograremos
la paz mundial anhelada. Todos deben conocer que la raza extraterrestre es real
y que apoyamos al líder mundial que ha venido a reinar. ¡Él es el Mesías
esperado por todos! La humanidad tiene que obedecerle y acatar sus dictámenes.
–contestó Claudio.
–¿Y qué me
dice de los libros que dejaron los cristianos desaparecidos y que aseguraban
que ese nuevo orden mundial del que tanto se habla no es otra cosa sino el reinado
del anticristo? Según ellos, el gobierno centralizado mundial de Europa que
regirá las naciones es parte de una conspiración de demonios utilizando a los
iluminados satanistas y que promovido por los jesuitas dominaría sobre la
masonería y sociedades secretas para someter todos los gobiernos y conducirlos
de miles maneras al dominio anticristiano. –dijo la periodista.
–¡Por favor!
–dijo Vorilhon riéndose lleno de incredulidad. – ¿Cómo puede alguien sugerir
que un gobierno de paz mundial proviene de los demonios?
–¿Y qué me dice
del polémico símbolo que identifica vuestra secta? Ustedes usan tanto la
estrella de David que usa la masonería, así como la svástica usada por los
ocultistas, Hitler, nazis, y budistas. ¿No puede esto provocar el pánico en
sectores que identifican esos símbolos con las atrocidades hechas por el Tercer Reich de Hitler? ¿Son dignas de
confianza vuestras intenciones y no caer en una nueva Shoah mundial? –inquirió
la periodista.
–No en lo
absoluto. Nada que ver. Como le dije antes. Creemos que todas las religiones e
ideologías de predominio social tienen un mismo origen común. Pero todas tienen
un buen fin de paz mundial. Los símbolos varían, pero tienen un mismo propósito,
por ejemplo, para nosotros la svástica no representa muerte de los judíos ni de
ninguna raza, sino que representa la infinidad del tiempo y tiene orígenes
sánscritos y budistas de incumbencia mundial. Dependiendo de las regiones
varían en significado, pero no se resume a un mismo significado general o
mundial. –aseveró Vorilhon.
–¿O sea que
los judíos no tienen nada que temer con una oligarquía como la propuesta por
ustedes? –preguntó de forma jocosa la periodista.
–¡Claro que
no! –contestó Claudio con voz fuerte. –Por lo contrario, queremos ayudar en las
negociaciones con Israel y queremos que se continúe con la preparación del
tercer templo de Israel ya que será en el que recibiremos a los Elohim. Ellos
se han acercado a nosotros por medio del líder mundial. –dijo Vorilhon.
–Entonces,
¿piensan ustedes que su líder será el Mesías esperado por los judíos desde hace
mucho tiempo? –dijo la periodista.
–¡Exactamente!
Él es quien llevará el mundo a la paz. –contestó Vorilhon.
–Entonces,
ustedes, así como los judíos rechazan que el Jesucristo del cristianismo fuera
el Mesías de Israel. –dedujo la periodista.
–Jesucristo
era un mero profeta más del mismo nivel que Moisés, Buda, Confucio, entre
otros. Todos tuvieron su propósito de parte de nuestros maestros guías. Pero
ninguno de ellos era Dios. –dijo Vorilhon.
–Cambiando de
tema... se ha vinculado la religión raeliana
cósmica con la clonación y la nanotecnología. ¿Qué tienen que decir al
respecto? –preguntó la periodista.
–Creemos que
la inmortalidad la alcanzaremos los humanos por medio la ciencia que proviene
de los seres de luz. Estos seres nos guiarán a alcanzarla sea por medio de la
nanotecnología o la revelación. –aseveró Vorilhon.
–Pero ¿de qué
manera? –indagó la periodista.
–La
inmortalidad se puede obtener por medio de técnicas de clonación de seres
perfectos. Estos seres perfectos ya están entre nosotros. Por medio del copiar
de esa genética podremos hacer que el ser humano crezca y madure de forma más
rápida. Sus células no estarán sujetas al envejecimiento, sino que con la ayuda
de la nanotecnología serán auto-restauradas. La memoria y la personalidad de la
gente irán de acuerdo con un ordenador o computadora central que es el ideal de
los genios. De esta manera y por medio de la tecnología se logrará transferir
pensamientos y emociones a un chip que será portado por las personas. Ese chip
será capaz de transmitirlo a la mente y nervios de la gente. En otras palabras,
tendremos un mundo de genios. –aseguró Vorilhon.
–¿Y qué de
los peligros? ¿Qué tal si una computadora central como esta cae en manos de las
personas equivocadas? ¿No sucedería todo lo contrario si esta tecnología cayera
en manos de villanos o gente sin escrúpulos? –preguntó la periodista.
–Eso no
sucederá. Los maestros guías se encargarán de que esa tecnología sea usada
responsablemente y conduzcan el mundo a la paz mundial. En vez de preocuparnos
por estos avances, lo que tenemos que hacer es estar seguros de que el terrorismo
desaparecerá, así como las acciones negativas de la gente. Todo será regido por
el bien de una nueva era para todos. –dijo Vorilhon.
–Pero a estos
“microchips” producto de la
nanotecnología de la que usted habla, ¿no se le puede llamar manipulación
mental? –indagó la reportera.
–De lo que
estamos hablando es de transferencia mental. Transferiremos información no
acciones. De esta manera ayudaremos a la humanidad a desarrollar sus cualidades
de pasividad, armonía, paz, amistad, y cosas positivas. Esto, señores, se obtiene
por medio de la transferencia de parte de los seres de luz sea por contacto
directo como por medio de la tecnología que ellos mismos nos inspiran. Para
lograrlo la raza humana completa tiene que ponerse a la disposición de los
creadores Elohim y su profeta. Cada
ser humano que recibe esta transferencia se convierte en un ángel protector de
nuestro líder supremo. Son los extraterrestres los que tienen los códigos
genéticos que poseían los grandes hombres como: Jesús, Buda, Hitler y demás, y
son ellos los que sólo pueden transferirlos a nosotros para salvarnos.
–explicaba Vorilhon.
–Esto de la
manipulación genética, ¿no se les parece esto a los mismos objetivos de las
granjas Lebensborn de Hitler y su
gente de querer buscar la creación de una élite y el superhombre que pueda
surgir de ellos? –indagó la periodista.
–Mira, sin
duda alguna Hitler fue uno de los grandes hombres de la historia. Quizás
malentendido por muchos. Él buscaba ese gobierno perfecto. –explicaba Vorilhon.
–Entonces,
¿son las metas de ustedes las mismas que la de los hitlerianos? –preguntó la
periodista.
–No
exactamente, pero compartimos algunos principios al igual que de todas las
religiones o líderes poderosos de la tierra. –explicaba Vorilhon.
–Sin duda alguna
que la secta raeliana cósmica
concuerda en casi toda su filosofía con los ideales de la Nueva Era. Por
ejemplo, es cierto que ustedes proponen: abolir todos los gobiernos establecidos,
abolir la dictadura en favor de la dictadura, abolir todas las religiones,
establecer un gobierno mundial único o una dictadura utópica benévola, sincretismo
religioso afirmando que toda religión es lo mismo, una economía mundial única,
la eliminación del dinero para dar paso a una economía sin papel, búsqueda de
paz universal, etc. –aseveró la periodista.
–En eso estás
muy bien informada. Mira, como dije antes, todas esas filosofías se resumen en
los mismos intereses de bien común impuestos en los ideales y filosofías de parte
de nuestros creadores. Ese reino ya está entre nosotros. –dijo Vorilhon.
El televisor
seguía encendido mientras que Christopher yacía en su sofá que, aunque viejo y
maltratado le servía de relajación y calma de las faenas de los estudios. Tal
parecía que Christopher iba y venia de la realidad y se encontraba inmerso en
un mundo de sueños que hacían que su tiempo y espacio se confundiera con esas
revelaciones.
Pasaron
varias horas cuando Christopher se levantó sobresaltado a causa de un ruido en
la cocina. Sonó como un duro golpe de metal resonante. Al mirar notó que
Mangual se había trepado a la mesa buscando algo de comer.
–Oye, oye,
eres un barril sin fondo… ¿no te parece poco el desastre que has hecho? –dijo Christopher
con cariño a su mascota y proponiéndose servirle algo de comer en su pequeño
plato que descansaba junto a una puerta trasera.
Christopher
se dispuso a darse un baño y luego retornó al viejo sofá para leer su revista
favorita de autos y mecánica. Mangual estaba medio dormido debajo de los
muebles luego de comer sin frenos. Christopher tomó su revista luego de ir a la
nevera y tomar una lata de refresco que llevaba a su sofá. Allí en el sofá leyó
la portada de la revista que decía: “Cuando
los ovnis lleguen”. Presentaba la ilustración de una nave espacial siendo
aterrizada en el patio de la casa blanca de Estados Unidos. La revista
denominada Mecánica Popular condicionaba
las mentes de sus lectores a aceptar como cosa común la existencia de seres y
naves de otros planetas.
Pero ¿qué
hacía una revista de automóviles promoviendo temas de OVNI? Pareciera ser que
el tema iba mucho más allá de filmes de ficción como se promocionaban en muchos
de los filmes modernos. La idea de las conexiones de los gobiernos con estos
seres y bases secretas se presentaba en diversidad de películas que resonaban
de forma cómica en las mentes de todos. Sin embargo, ahora eran muchos los que
ya daban por sentado que más allá de los planetas vacíos que conocía en la
galaxia existen otras galaxias y sistemas que poseían seres semejantes a los humanos,
pero más avanzados. Graciosamente siempre colocando al hombre en desventaja
intelectual frente a toda posibilidad de vida.
Christopher Borazzo
respondiendo a su curiosidad comenzó a investigar este fenómeno para pretender
llegar a alguna conclusión. Por un lado, estaban las extrañas manifestaciones
masivas de luces y aparatos en los cielos siendo vistas y testimoniadas por
casi todos en este tiempo. Por otro lado, la innegable realidad de los millares
de personas que acababan de desaparecer. Unos afirmando que Jesucristo vino y
se llevó a su pueblo consagrado y otros afirmando que el planeta limpió la
“corriente negativa” que entorpecía la paz de un reino mundial que se aproximaba.
En su investigación Borrazo encontró que existían indicios de semejantes
apariciones en las más arcaicas civilizaciones. Existían huellas de un patrón
similar de extraños seres que aparentaban venir de afuera. Ahora le faltaba
encontrar su identidad, ¿realmente eran lo que decían los medios de la prensa?
¿Realmente eran seres guías espirituales o de gran inteligencia para ayudar al
hombre o alguna otra clase de seres? Más que nunca el tema de los ovnis comenzó
a tomar auge y los gobiernos eran los promotores de dichos encuentros cercanos.
Fue el momento cuando los ojos de todo el mundo fueron puestos en el nuevo
líder mundial que las naciones habían entronado sobre ellos.
Capítulo 4 Advertencia de una catástrofe
Capítulo 5 La autoridad del dragón
Capítulo 8 Señales y prodigios
Capítulo 10 Monstruos de aluminio
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